Autor:
Juan Delibes de Castro
Las
medidas tomadas por la nueva administración asturiana para la pesca
del salmón en la campaña 2012 suponen un paso atrás desconcertante
en la dinámica de gestión que se lleva a cabo sobre esta especie en
todos los países del mundo donde habita.
El
salmón atlántico es una especie escasa cuyos efectivos han mermado
espectacularmente en los países de ambas costas del Atlántico
norte, en los que se reproduce. Las razones de esa disminución son
variadas, pero estrechamente relacionadas con el progreso humano y el
deterioro del hábitat. El pescador deportivo no es, ni mucho menos,
la causa directa del declive del salmón, pero en la actualidad no
puede pescar como se ha hecho toda la vida, prácticamente sin
límites. En todos los países del Atlántico norte los pescadores se
han sensibilizado acerca del declive del salmón, y son,
probablemente, los únicos que le pueden salvar de un ocaso seguro y
una extinción probable en parte de su área de distribución. En ése
sentido los pescadores se han dado cuenta de que no pueden matar a la
mayor parte de los ejemplares que llegan a desovar tras un largo y
azaroso viaje. Si se mata a un porcentaje elevado de los
reproductores en una zona como la Península Ibérica, con una
población amenazada y en el límite de distribución, es inevitable
que la extinción de la especie en el área sea rápida. La historia
nos dice que en la primera mitad del siglo XX los salmones abundaban
en el norte de Portugal, y en Galicia se pescaban muchos más
salmones que en Asturias. En la actualidad en Portugal está casi
extinto y en Galicia la población es muy pobre. Si no se toman
medidas drásticas de protección Asturias seguirá el mismo camino
que ambas regiones, rápidamente.
En
todos los países las medidas en pro de la conservación del salmón
se apoyan en un aumento de la pesca sin muerte, en el fomento de la
pesca a mosca, menos eficaz y por tanto lesiva, así como en la
protección de determinadas áreas o la veda en determinadas fechas.
Se trata de proteger a sobre todo a las grandes hembras
reproductoras, cargadas de huevas. Incomprensiblemente, la única
región del mundo que no sigue esas tendencias es Asturias, que
avanza en el sentido opuesto. Afortunadamente, creo que la mayor
parte de los pescadores no están de acuerdo y solamente un grupo muy
reducido de pescadores arcaicos las apoyan.
Desde PROTECT THE SPANISH SALMON y todos aquellos que se sienten identificados con esta causa, ¡GRACIAS POR TU APOYO!, veremos que le depara al salmón esta convocatoria de Elecciones (anticipadas).
ResponderEliminar